El perro ha sido considerado
mejor amigo del hombre desde hace ya unos 10 000 años aproximadamente. Se cree
que el perro se acercó a éste a manera de supervivencia y aprovechó a su vez la
presencia de un animal territorial que cuidaba de sus campamentos nómadas, es
así también como toma ventaja para sedentarse. Teniendo un guardián que los
cuidaba de posibles depredadores o incluso de otros humanos aumentaban poco a
poco su estadía en los campamentos y cada vez, junto con otros factores
permanecían por más tiempo en un solo lugar hasta asentarse completamente.
Esta es una de muchas
teorías que se tienen sobre la domesticación del perro. Posteriormente el ser
humano fue adaptando al perro como mejor le convenía, los perros ancestrales
como los tipo spitz son los que se cree que están relacionados más directamente
con su ancestro en común con los lobos, que se cree fue el lobo del sudeste
asiático. Estos perros entre los cuales se encuentran el Akita y el Shiba Inu
japoneses, son los que más han guardado sus características de lobo, tanto como
etológicas como físicas.
Entonces si en teoría había
una única raza, ¿De dónde salió tanta variedad? Y ¿Cómo terminaron tantos
perros en las calles si son tan buena compañía? La respuesta es algo larga pero
sencilla, para empezar los tiempos y la educación cambian, para seguir la falta
de cultura y la de valores de responsabilidad se incrementaron drásticamente
por muchos años, ahora están recuperándose un poco, pero aún falta mucho camino
por recorrer.
Para comprender mejor hay
que entender de dónde salieron tantas razas y se relaciona con la necesidad del
ser humano hacia el canino en la época y situación en la que se encontraba en
el momento, por ejemplo, si necesitaba a un perro capaz de aguantar
temperaturas extremadamente bajas y que fuera un excelente cazador y además
pudiera olfatear de una manera extraordinaria para alejar a cualquier intruso
con el tiempo debido, entonces se iba cruzando a los perros con estas
características hasta que lograban un Husky Siberiano o un Alaska Malamute. Así
duraron varios años modificando razas por medio de la cruza hasta lograr que el
animal desarrollara los atributos buscados.
Alrededor de la época
medieval, se consideraba un lujo de la nobleza el tener a un perro, incluso se
hicieron parte de varios escudos de armas, algunas razas eran exclusivas de las
familias reales. En México también hay historia con los canes, el
Xoloitzcuintle es un perro endémico del país, una raza no spitz que es de las
más antiguas y puras que hay. Por desgracia este ejemplar se encuentra en
peligro de extinción gracias a que los estándares de belleza han cambiado y los
propósitos para los que se utilizaba a estos canes también. Al llegar los
españoles con nuevos perros y nuevas razas, introdujeron otro tipo de caninos
además de los que ya habitaban la zona.
En México como en todo el
mundo, el perro ha sido considerado como una excelente compañía desde casi el
principio, se creía que éstos acompañaban a sus dueños al momento de morir y se
inmolaban en las tumbas de los difuntos.
Así como anteriormente la
cultura mexicana les rendía un respeto bastante grande a los perros, ahora es
distinto, la educación ha cambiado radicalmente con los años, la gente comenzó
a adquirir perros por razones de belleza, estatus social, etc. Sin considerar
que tienen que mantenerse saludables, limpios, con servicios veterinarios y
pronto resultaron más una molestia que un lindo accesorio sin contar que el
animal juega y sin un entrenamiento adecuado puede llegar a ser una gran
molestia.
Por mucho tiempo se
compraron animales por lo bellos que son de cachorros y como regalos de navidad
o cumpleaños, una vez que crecían eran olvidados en los patios y azoteas de las
casas, otras veces abandonados en las calles sin protección y sin control
sanitario. Estos perros abandonados por diversas razones, sin distinción de
raza ni género, comenzaron a repoblar las calles, como pasa en muchos lados del
mundo, sumándose también aquellos que escapaban de repente de sus hogares. Las
jaurías crecen indiscriminadamente y anteriormente la gente no le ponía
atención al problema, ignorando el peligro sanitario que ocasiona esta situación,
entre otros inconvenientes.
Recientemente, gracias a la
creciente conciencia humanitaria del país y del mundo, ha habido programas de
esterilizaciones, de concientización sobre los peligros y problemas que puede
ocasionar la sobrepoblación canina y felina de las calles, programas de
adopción, etc.
México es considerado el
país latinoamericano con mayor población canina, habiendo un aproximado de 18
millones de perros, de los cuales, según el INEGI, sólo el 30% tienen dueño, el
otro 70, viven en situación de calle, ya sea por abandono o nacimientos ya de
perros callejeros, cabe destacar que de perros medianos a grandes, son capaces
de dar a luz aproximadamente de 3 hasta a 7 cachorros, a veces se dan camadas
de hasta 10 o 15, dependiendo del tamaño y los genes de los padres, esto es
alarmante.
Se estima que en la ciudad
de México, viven aproximadamente 120 mil perros en la calle los cuales son un
riesgo sanitario altísimo, no sólo por las excretas que producen sino por las
enfermedades que se pueden transmitir entre ellos y aquellas que son zoonóticas
(enfermedades transmisibles de animales a humanos), que para la sociedad son
las que más interesan.
Se considera que anualmente
la población canina callejera crece un 20%, se cree que la esterilización masiva
es una de las posibles soluciones, aunque en realidad este es un tema de
controversia y no es una solución tan real al hablar de medicina veterinaria.
La verdadera solución está
en modificar la educación del país, en orientar a la población a la compra y
adopción responsable de animales (20 perros hacinados en una misma casa dan el
mismo resultado que si estuvieran en la calle, no es sano ni está bien) la
esterilización responsable; todos los procedimientos quirúrgicos tienen que ser
respetados en tiempo y en forma, no se deben realizar a prisa ni bajo presión.
Y la creación de espacios seguros donde los animales de calle puedan vivir en
relativa libertad con un control veterinario adecuado, desparasitados y
vacunados contra las enfermedades zoonóticas y un tratamiento adecuado para
prevenir problemas posteriores.
México ha cambiado mucho con
los años, ha modificado su cultura y educación en distintas épocas, se perdió
esa adoración ancestral hacia la naturaleza, pero poco a poco vamos restaurando
ese respeto y ese cuidado que nunca se debió olvidar.

CORTANA!
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