jueves, 24 de octubre de 2013

Inquietud

Había quietud y algo de humo en el ambiente. Sonaba el reloj y las teclas del ordenador. Tic-Tac ... las manecillas, a lo lejos una fuga de agua. Una figura dormitaba enfrente de un libro abierto y casi todas las luces estaban apagadas. Tac.

Una hoja más, se rogaba. Sólo una mas. Y otra. Y quizá otra. Ya van 100. Casi acaba.

Hacía mucho frío, se puso su chamarra. Llora. Más que suya, es de él. Lo extraña. Ella usa con mucho apego aquella chaqueta que la hace imaginar que él se la coloca en la espalda, la hace sentir  abrazada, en su compañía, la hace sentir que está cerca.

Cierra el libro, apaga su reproductor de música, se escucha el silencio de la biblioteca, suelta un suspiro muy profundo, bosteza, se arrulla con la melodía del silencio. Sale por la puerta. Se sienta en un jardín y abre de nuevo su libro.

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