sábado, 13 de septiembre de 2014

The "Marvelous breakefast"

El desayunador estaba siempre lleno de gente de todo el mundo que quiere probar un poco de algo diferente para variarle a la vida, en el "Marvelous breakefast" se podía encontrar de todo, desde una dona y un croissant hasta un plato de chilaquiles o un delicioso spaguetti. 

Así era nuestro pequeño restaurante, lleno de gente que disfrutaba de nuestra comida, había una pareja Italiana que vivía a lado de nosotros en la parte de arriba del restaurante. En Londres era muy famoso venía todo tipo de personas y la verdad siempre estaba lleno lo cual nos alegraba bastante.

Había días que era tan solicitado que teníamos que preparar comidas tradicionales también, la sopa azteca fue todo un éxito.

El desayunador no era tan grande aunque estaban tan bien distribuidos los espacios que se notaba bastante grande.

Era un lugar bastante bonito, con un mostrador de mármol y uno de esos refrigeradores bombachos para exhibir los pasteles y sandwiches, también teníamos dos máquinas de café y un exhibidor de tazas lindas.

En la parte de atrás estaba la cocina con toda clase de suculentos manjares tratando de diversificar.

Detrás de la cocina estaban las escaleras que daban al departamento y ese no se quedaba atrás, era un lugar demasiado bonito, acomodado adecuadamente, con una cocina de madera y un cuarto sin puertas que estaba en un segundo piso, al lado de una ventana enorme con la vista hacia Londres, la cama era indescriptiblemente cómoda y desde hacía algunos años era donde despertaba a lado de Peter todos los días.

-Buenos días cariño.- me susurró en el oído mientras con su mano acariciaba mi rostro y me miraba perdiendose en mis ojos.
-Grrrrr!!!!- no quería despertar.- buenosdiasgrrratiptrdjxp.- 
-Anda ya despierta, no podemos dejar mal a nuestros clientes.- la verdad sí podíamos y ese día quería hacerlo, quedarme en cama y ver películas a su lado, pero él era demasiado responsable para eso.- Se hace tarde, anda ven a bañarte conmigo.- sonrió, sabía que tenía el juego ganado.

No contaba con que ese preciso día su hermano nos haría una visita. Estábamos atendiendo a todos los clientes y de repente ahí apareció.

-Hola Adán, ¿qué andas haciendo por aquí? 
-Me daba una vuelta y vi que había mucha gente, así que me metía ver que sucedía, bonito lugar.
-Gracias, siéntate, cariño te puedo dejar un segundo el mostrador?
-Claro que sí, que bueno verte Adán.
-Igualmente.

:
Se fueron a sentar y fui un momento después a tomar su orden, un té negro y un expreso americano.

Estaba bastante feliz por la visita de su hermano, a mi me encantaba verlo así, tan alegre, sonreí y les lleve sus pedidos, lo mejor que había hecho en la vida había sido casarme con aquél sujeto...

Kaori.