El año 2020 fue una ruleta rusa para todo el mundo y bueno creo que especialmente para mi fue un año de pesadilla, fue de esas temporadas en las que sientes que no puedes pararte del primer golpe cuando viene el que sigue, una tras otra, hubo momentos en que pensé que simplemente no podría más, deprimida, incapacitada, perdida. Entonces, al borde de la desesperación, decidí ir a terapia y aunque no sé realmente por qué, me ha funcionado no sé realmente por qué pero bueno, al menos, soy feliz, algo que realmente pocas veces había sentido.
La felicidad es algo muy chistoso, a lo largo de mi vida pocas veces me he sentido genuinamente feliz y por alguna razón siempre había algo que lo saboteaba y siempre era algo que me derrumbaba a tal grado que llegué a la conclusión de que en realidad, solo había momentos, pero la vida es dura y miserable, y no me malinterpreten siempre he tomado la decisión de ser feliz, nadie quiere ser miserable, ni estar deprimidos, la gente que habla y dice que tu estado de ánimo depende de ti ... NO SABEN NADA DE SER MISERABLES, de tener problemas mentales, de haber sufrido trauma, etc.
Cuando empezó ese maldito año, sufrí físicamente lo que no le deseo a nadie, una trombosis en la pierna izquierda que casi te mata es suficiente para descubrir que realmente no te quieres morir y es bastante aterrador darte cuenta de lo mucho que quieres vivir y saben? ni siquiera piensas en lo que realmente te falta por hacer, simplemente quieres respirar una vez más, volver a ver a quienes amo, abrazar una vez mas, besar, NADIE QUIERE MORIRSE, ni siquiera los que lo hemos pensado, NADIE.
Lo peor es lo que nadie te dice después de sobrevivir, el mayor trauma es sobrevivir, no haber muerto, morir es sencillo, simplemente se acaba, pero vivir, es un reto, recuperarte es aún peor, admitir que necesitas ayuda es simplemente una pesadilla. Admitir que perdiste y que es hora de renacer de las cenizas y reconstruirte es... aniquilante.
En fin, sobreviví, puedo caminar, no perdí la pierna, terminé mi carrera de Veterinaria y me casé con el amor de mi vida, me cambié de ciudad, vivo con mi esposo, mi gato Bastet y mi rata Latte, y por ahora soy ama de casa lo cual, extrañamente estoy disfrutando al máximo, ordenando cada posesión que tenemos, reorganizando muebles, amando cada rinconcito de nuestra casa.
No puedo creer realmente que soy feliz, hay días muy malos y creo que esos nunca van a desaparecer, me siento impotente de no poder controlar mis sentimientos y tener que quedarme días enteros en cama sintiendo esa profunda nube oscura que se rehúsa a liberarme por siempre aún cuando todo está bien, decido ser feliz, pero a veces... sólo tienes que sentir, un día a la vez.
La mejor manera de volver después de haberte ido... simplemente es volver. Y es así como después de tanto tiempo estoy escribiendo y después de tanto tiempo ya leí 3 libros seguidos, poco a poco, simplemente haciendo lo que hacías es como regresas.
Cortana.
