martes, 9 de julio de 2019

Plot twist, no hay plot twist...

Es increíble como sólo el dolor puede despejar una mente bloqueada para volver a tomar el mando de sus palabras y volver a escribir, o a hacer "su arte". Como habrán deducido nuevamente tengo el corazón roto, por la misma persona que lo ha roto desde que tengo memoria, quien menos me acepta y más me juzga.

Quién diría que yo sería la protagonista de mi propia chick flick de Hollywood. Yo soy ese bicho raro que huyó de todo para poder ser finalmente yo misma, ese bicho raro que siempre ha sido juzgado y maltratado por ser quien es y no cuadrarse a la sociedad o al estándar o a lo que cualquier otra persona o situación me quiera imponer.

Supongo que el precio de la libertad es perderlo todo, en la vida siempre habrá algo que tengamos que pagar, nada es gratis y quizá para poder ser yo misma y poder hacer lo que realmente quiero tengo que perder a aquello que desde siempre me ha roto en mil pedazos y me aferro con todas mis fuerzas a que no se pierda para siempre.

Crecí en un mundo en el que se me dijo que lo que yo quiero no importa y no es lo que se hará, que siempre estoy sujeta a lo que los demás digan que es lo correcto, lo que los demás quieran que haga, lo que los demás... pero a mi, eso no me basta, la autoridad es un ente tan nímeo y subjetivo, nadie tiene autoridad sólo porque si, porque nació con ella, la autoridad, el respeto, la admiración y el amor se ganan y se cultivan para que se mantengan.

Yo he decidido que quiero ser un líder no un dictador, que quiero marcar mi propio camino, que quiero ser libre y abrazar esa libertad. Tengo un dicho propio que me gusta mucho y que siento que es completamente cierto: El hombre le teme a su propia libertad. Cada vez que se enfrenta con la posibilidad de ser libre, de ser feliz, se asusta y se detiene en su mediocridad, porque "mas vale malo por conocido que bueno por conocer", decidí no caer nunca en ese error.

"No se va a hacer lo que tú quieres", una de las frases que me marcó de niña y que se me repitieron con mayor frecuencia, no es lo que tú quieres, la vida no funciona como tú quieres, se hace lo que la autoridad diga no lo que tú quieras, solamente responde sí y te evitas muchos problemas. Quizá si, mi vida hubiera sido infinitamente fácil si tan solo hubiera podido refugiarme en la hipocresía y decir sí a todo lo que me dijeran y a la vez yo sería infinitamente infeliz y aburrida.

Cuando descubrí mi autonomía me di cuenta del garrafal error de todas esas frases y de la clave de la felicidad: HACER LO QUE TÚ QUIERES. Así como el hombre teme a su libertad, le da pánico la libertad agena y es por eso que pretende frenarla y detenerla a toda costa, las ideas nuevas son peligrosas y ponen el riesgo el sistema que por conocido es cómodo. 

Así que al descubrir mi libertad y la manera de ser feliz, como toda persona que tiene que luchar por sus sueños me vi entramada en el drama social y familiar, porque ser libre no está bien, la rebeldía es mala. Lo mismo le han dicho a genios y artistas alrededor del mundo, la técnica es ésta y no puedes cambiarla, tu arte es malo y no sirve y luego terminas en los museos más prestigiosos del mundo como un artista poderoso por burlar y vencer al sistema, una vez más.

Me resulta increíble como es que la gente no conoce su historia y una y otra vez repite la misma tragedia como una sátira irónica que se burla de la existencia humana. El tiempo nos ha dicho a lo largo de la historia que la libertad es lo más puro, sagrado y bello que tenemos y la desperdiciamos siguiendo las órdenes de otros que no saben ni quienes somos.

El padre repite con el hijo exactamente el mismo patrón que odio de su mismo padre, y el hijo muy probablemente haga lo mismo con su próxima descendencia, sin evolucionar ni darse al cambio y mejorar.

El odio y el amor son de los motores más poderosos para conquistar el mundo, para salir adelante y vencer el abismo en el que la vida cruel nos sume. No creo al menos que haya algo más poderoso.

En fin, estoy cansada de vivir bajo las expectativas de la vida. De que la gente me odie por lo que no soy y no me ame por quien soy. Estoy cansada de tener el corazón roto y de sentirme un fracaso constante.

MJ.