jueves, 27 de febrero de 2014

Cartas a Irie # 1034

Cuando te sueño en sueños ligeros, te siento menos ausente siendo que estás lejos. Animas mis noches de sólo mirarte...

Sé mi atrapasueños. Librame de los tormentos.

Kaori.

domingo, 23 de febrero de 2014

Palabras al azar #2

Proyecto personal en el cuál pido por 10 palabras cada semana y con ellas armo una historia. Las palabras de ésta semana son:
1. Oso
2. Panda
3. Tigre Blanco
4. Fútbol
5. Gato
6. Bosque de coníferas
7. Irremediable
8. Endodermo
9. Pueril
10. Irredimible

Había una vez, hace algunos años en un BOSQUE DE CONÍFERAS muy hermoso, vivían toda clase de animales y me refiero a que toda clase de animales. 

Este relato no es ni impactante ni mucho menos, es solo un relato cualquiera. 

Nuestra historia comienza cuando se celebraría el decimotercer torneo de FÚTBOL en el bosque, reuniendo a los equipos más hábiles. Los animales se olvidaban de su posición en la jerarquía alimenticia y trabajaban en equipo para ganar el preciado trofeo: "El bastón humano", dicho bastón era una reliquia y el sueño de cada miembro viviente del bosque de poder observar y resguardar en sus hogares por un tiempo.

Los equipos debían estar forzosamente conformados por mas de una especie, puesto que así lo decidió el consejo de los grandes sabios del bosque, ya que para las tortugas sería una enorme desventaja competir con los chitas y bueno, todos saben que los zorros son demasiado astutos, juntarlos a todos en un mismo equipo, ganarían con certeza y con engaños y triquiñuelas, así que acordaron armar los equipos interespecies.

Como era lógico, los líderes de la cadena, al principio protestaron y se unieron entre ellos, dejando a los más débiles a juntarse forzosamente. Al principio para el equipo de los "Grandes" todo marchó bien, hasta que se dieron cuenta que la competencia era mínima y los "Peques" comenzaron a utilizar su intelecto.

Era un conflicto PUERIL y fácil de resolver. Las primeras reuniones a entrenar fueron un verdadero problema, ya que los líderes terminaban muy hambrientos y querían devorar a sus compañeros a sus compañeros de equipo, la problemática debía resolverse antes de que el daño fuera IRREMEDIABLE. Se decidió pues que se prohibiría cazar en esos días y que mientras tanto se debería comerciar con los humanos por carne procesada.

El equipo campeón era el de los "Peludos" conformado por: el zorro Ted, el OSO Luigi, el venado Gale, el simio Juan, la tortuga Lenny y el chita Ramón. Habían sido campeones los 2 últimos torneos siendo que se acoplaban bastante bien y pensaban ganar éste también.

El segundo mejor equipo era el de los "Rudos" y estaba conformado por: el GATO Pancho, el león Pepe, la zarigüeya Simona, el gallo Claudio, la zorrita Julia (hija del zorro Ted) y el simio Joe.

Entre éstos dos equipos había una gran rivalidad no sólo por el torneo, si no porque habían ciertos conflictos persobales entre sus miembros.

Un ejemplo son los zorros Ted y Julia. El padre de la chica (Ted) no quería dejarla participar en los juegos por ser algo peligroso y ella argumentaba que era tan astuta como su madre como para salir ilesa. Desde que Julia ingresó con los "Rudos", la comunicación con su padre se volvió algo complicada.

Otro ejemplo es el del venado Gale y el león Pepe, quien devoró a su hermana en una cacería por ser la más pequeña. La rivalidad entre éstos dos siempre fue muy fuerte (por eso de la cadena alimenticia) sin embargo desde que se hicieron los torneos Gale se ha encargado de vencer a Pepe siempre que pueda.

Los errores en el mundo animal son IRREDIMIBLES y los rencores suelen ser duraderos, mas hay veces que deciden perdonar y ayudan al otro aunque puedan morir en el intento.

Llegando el torneo, fueron seleccionados como árbitros el PANDA Luis y el TIGRE BLANCO José, quienes regularían cualquier anormalidad.

Se puede decir que el fútbol animal es muy parecido al que juegan los humanos y sólo algunas cosas cambian, por ejemplo:

Se considera falta cualquier mordida o arañazo a cualquier miembro del torneo.
Es causa de expulsión si algún integrante devora completa o parcialmente a otro.
No se permite la inscripción de creaturas del agua por su propia seguridad. Entre otras.

Hubo una lesionada, Julia, no sin antes dar el mejor partido que se había presenciado por parte de los zorros. Su padre se olvidó de los problemas y corriendo la llevó con los humanos para que la curaran.

Quedaron empatados y el ganador se decidiría la siguiente semana.

Julia no era el único problema en el hospital, estaban también algunos otros lesionados y la desconsolada Petra, que era una perrita que había perdido sus cachorros antes de que nacieran por un problema en la formación del ENDODERMO. La pobre no entendía nada de lo que el dr. le decía.

Así pues pasó la semana y Julia no pudo jugar. Los ganadores en esa ocasión fueron los "Rudos" pero aún quedaban muchos partidos por jugar. Al final las fuertes tormentas tuvieron que cancelar el torneo hasta el siguiente año y "el bastón humano" pasó 1 mes en cada una de las 12 casas del bosque en recompenza.

Kaori.

sábado, 15 de febrero de 2014

Palabras al azar #1

Proyecto personal en el cuál pido por 10 palabras cada semana y con ellas armo una historia. Las palabras de ésta semana son:

Baile
Huipil
Cerezo
Plumaria
Misántropo
Tertulia
Prostagrandína
Xantomas
Ingenio

Era una mañana de verano muy soleada, se alcanzaba a escuchar el trinar de las aves. Ahí en la comunidad donde un día viví, las cosas de la naturaleza eran muy normales. Nunca voy a olvidar esos días.

Estaba sentada bajo el CEREZO del jardín tomando una de mis siestas a vigía, que era como yo les llamaba, puedto que no caía en la inconciencia.

Ese árbol era mi favorito, no sólo porque era el único cerezo que había en esos días en aquél pueblo perdido, sino porque yo lo ví crecer, así como él me vió a mí. Lo planté con mi abuelo cuando yo tenía 5 años, ahora que ha fallecido, cuando tengo esa necesidad de llorar su ausencia, aún ahora, me recuesto bajo su sombra y siento como me protege.

Aquél día, como ya dije, hacía una mañana soleada, con alguna que otra nube traviesa paseandose por el ontenso cielo azul. El cerezo dejaba colarse uno que otro rayito de luz solar. Llegó Sofía.

- ¿Otra vez desperciciando el tiempo aquí? - Me miró cpn esa característica cara de recelo que pone cuando se quiere hacer la que controla todo a su paso.
- Es mi lugar favorito para estar.- Le dije mirándola molesta y volviendo a la posición que tenía antes de su interrupción. Llevaba un vestido muy hermoso, típico de la región, hecho por las mejores manos del pueblo y adornado con los bordados mas bonítos que, hasta ese día había visto.

Llevaba también el cabello recogido en una hermosa trenza y un listón a juego con su vestido, y unas sandalias. Todo eso hacía que Sofía se viera muy hermosa, era una chica alta para su edad, precoz y presumida, la más rica del pueblo; aunque papá siempre dijo que era la de corazón pobre.

- Pobre chica.- decía lamentandose.- El dinero la está pudriendo.

A mi siempre me pareció una niña muy agradable y digna de admirar, ella era; en su momento, todo lo que yo quería ser, adinerada, popular y bella. A pesar de todo Sofía siempre me trató como se le trata a una hermana y gustaba de comprarme todo tipo de golosinas en el mercado del pueblo.

- Mmmmh! - Suspiró con aire de desagrado.- Algo tendremos que hacer contigo, ¿Qué será?- Ahora su mirada era la de alguien pícaro y seguro que tramaba algo, la conocía muy bien.
- ¡Lo tengo! Iremos al BAILE del pueblo esta tarde, la fiesta se pondrá muy buena, y habrá piñata. Ni se te ocurra negarte, porque voy corriendo con tu Santa madre y de todos modos vendrás, ya sabes que siempre me dice que sí.-Su amenaza iba muy en serio. 

Para esas fechas yo tenía unos 15 años y cada vez que el pueblo hacía una fiesta, Sofía se empeñaba en comprarme ropa nueva para la ocación.

- Eres mi mejor amiga.- Decía siempre.- No voy a permitir que vistas mal en una fiesta. Ese día compró un HUIPIL de gala.

Estaba hermosamente adornado cpn bordados y cuentas diversas, hechas; como au vestido, por las mejores artesanas del pueblo, era sin duda una pieza de arte, que narraba la historia de amor entre una diosa y un mortal. Compró también unas sandalias a juego.

Me molestaba un poco tanto regalo y no poder pagarle.- Con tu amistad pagas un millón de huipiles de gala.- Decía siempre  con una sonrisa satisfactoria en el rostro. A mi parecer, las golosinas estaban mas que bien, pero el vestido siempre me pareció demasiado.

Bajamos al pueblo desde temprano para contemplar los preparativos de la "gran fiesta", como algunos le decían.

Era hermoso pasearse por ahí mientras todos se movían atareados adornando sus locales y respectivas casas. Siempre se llenaba de diversos colores y caras amables. Todo quedaba olvidado en esas fechas, era algo así con la Navidad en la "gran ciudad". Si había cualquier riña, ese día quedaba olvidada, era una traición que, a mi parecer, mantenía la paz y armonía del lugar y todos sonreían.

Nos gustaba correr por las abarrotadas calles observando toda clase de chuchería y toda clase de guisados. Yo era de esas que se paraban en cada establecimiento a observar con detalle, a disfrutar con mis 5 sentidos del festival. Olía la comida, las rosas y múltiples flores que se vendían para cortejar a las damas. Sentía las telas y me encantaba sumergir mi mano en las canastas de semillas; me imaginaba que así debía sentirse la seda fina. Escuchaba el son de los tambores y los bailes, los cánticos que se celebraban y las bellas voces a coro. De mis cosas favoritas era mirar, pero sobre todo mirar como armaban los ornamentos de PLUMARIA, los penachos extravagantes eran los mejores.

El INGENIO de cada artesano era increíble era increíble en lo que hacía y cada quien tenía una tarea específica.

- ¿Verdad que está quedando muy hermoso todo?- Dijo Sofía mientras engullía descaradamente un algodón de azúcar color rosa.

- La verdad es que siempre es muy hermoso y todos se esmeran en lo que hacen, hasta Pablo que nunca le echa ganas a la escuela.- Yo siempre fui muy estudiosa, pues me gustaba saber cuanto pudiera del mundo y más allá, aún conservo el hábito.

- Vamos.- Y tomó mi mano y me llevó a un puesto de comida.

- Buenas tardes Doña Simona, ¿Qué es eso que huele tan delicioso?- Saboreaba el olor de aquél platillo como si de solo olerlo pudiera devorarlo.

- Es el zacahuil de éste año Mariana ¿Quieres un poco?
- Por supuesto, muero de hambre.

En el centro, había una gran TERTULIA reuinida para que todos se pusieran al día con las actividades del otro.

Todos se encontraban en una gran algarabía, inclusive se le podía ver al señor Mena, cuya característica más visible era su MISANTROPÍA incurable.

Al llegar la noche, comenzaron los bailes y las canciones y todos comían como si fuera la última vez que probaran bocado. Me senté en una mesa con Sofía, alejandome un poco de todo el alboroto, mis padres bailaban y conversaban alegremente y mi hermana Margarita coqueteaba con Carlos su novio. Los miré con un poco de envidia.

Mientras observaba a las parejas con algo de aprehensión, apareció René, como si mis pensamientos lo hubieran llamado. Sonrojé y lo miré cohibida.

- ¡Hola Mariana! No te había visto, por un segundo llegué a creer que no vendrías.- Dijo muy animado y con una sonrisa dibujada en el rostro.
- Sofía me ha obligado a venir y no te he tenido de otra, sin embargo se lo agradezco, me la he pasado de maravilla.- Evitaba mirarlo a los ojos puesto que si lo hacía descubriría todo aquello que estaba pensando.
- Ese huipil esta precioso Mariana.- Me miraba tan fijamente, que por un instante chocaron nuestras miradas.
- Muchas gracias René me lo ha prestado Sofía, junto con estas sandalias.- Me miró molesta y se marchó dejandonos solos, la odié por eso.
- ¿Tú qué opinas de la fiesta? A mi la versad me ha alegrado mucho.- Dije con la cara mirando a mis sandalias.
- ¡Que está SUPERCALIFRAGILISTICOESPIALIDOSO! Me encanta, igual que tú.- Levanté la mirada muy sorprendida y sentía como ardía mi rostro.
- Tu y tus referencias a Mary Poppins.- René era fanático de las películas de Disney, el único problema que tenía que ir a la capital y no era muy barato, ahorraba todo el año y visitaba la capital una vez al año.

La verdad era que yo siempre tuve deseos de visitar la ciudad y nunca me atreví hasta ese momento de pedirle a René que me llevara a uno de sus viajes, sin embargo ese día cambió todo.

- ¿René, había algún problema si pudiera visitar contigo la capital la siguiente vez que vayas?
- ¡Claro que no! Siempre he buscado a alguien que me acompañe, conocerás muchísimos lugares bonitos.
- Vendrá mi madre con nosotros por supuesto, no quiero que se preste a malos entendidos. Avísame cuando vayas.
- Perfecto.- Dijo emocionado, y mirandome fijamente a los ojos, con un briillo muy especial y una sonrisa muy hermosa, me quedé contemplandolo anonadada.- ¿No quieres bailar?- Me dijo.

Unos meses después de que fuera el festival, estaba de nuevo bajo el cerezo pegando unos botones en una blusa, cuando llegó René vestido de manera muy ajena al pueblo, no conocía mucho aquello, eran unos pantalones de mezclilla y una playera de marca.

- Iremos hoy a la capital, ¿Crees que tu madre pueda? El camión llega como a las 3 y llegaríamos como 2 horas después, nos quedaríamos en casa de una tía.
- Me parece perfecto, nos vemos en el centro a las 2:30.- Se fue.

La visita a la ciudad, fue sin más, enriquecedora y un punto de desición en mi vida, debía salir de mi querido pueblo y vivir en la ciudad y desde ese día esa fue mi obsesión, tenía 15 años y ya tenía un sueño. Pasamos a la universidad y fue entonces que elegí estudiar una carrera y mejorar lo más que pudiera en mis clases.

Ese día fuimos la mamá de René, mi madre, René y yo. Ellas fueron a comprar  algunos recuerditos y mandados para la gente del pueblo y a pasear por ahí, dejandonos solos un momento.

- ¿Quieres un helado?- Me dijo René algo nervioso.
- Claro, me gustaría uno de chocolate por favor.

Estuvimos toda la tarde juntos y fue uno de los mejores días que había tenido en mi vida. Me tomó la mano y besó mi mejilla. Desde ese momento empezamos nuestra historia.

René era un muchacho muy apuesto, era delgado, moreno, alto, de ojos oscuros, cabello cartaño y quebrado.

Duramos 7 años y nos casamos, pero esa es otra historia. Lo importante aquí es el impacto que la capital causó en mí.

Ese día regresé con René a la universidad y preguntamos por las carreras y me interesaron las biológicas, medicina, nutrición, todo era muy tentador. Al pasar los años me decidí por la medicina, por la decadencia de eso en mi pueblo.

En mi carrera fui la primera de mi querido pueblo olvidado, en graduarse de la carrera de medicina (en realidad de la carrera en general) y me enorgullece saber que así, pueblerina como era, fui la inspiracion para muchos más y he sido muy exitosa.

Mi primer dificultad como médico fue un caso de XANTOMAS, se complicó mucho, sin embargo se logró curar al paciente y todo salió bien.

El segundo caso que más se me ha complicado es el de una mujer con un déficit de PROSTAGLANDINA, pero al final todo salió adelante.

A pesar de todo, siempre he amado lo que hago, y nunca olvidé mi origen tan "humilde" y lo mucho que me costó llegar hasta donde me encuentro.

Cada año regreso a mi pueblo el día de la "gran fiesta" a René y mis hijos les encanta regresar y que les cuente la historia que ahora leen.

Kaori.