sábado, 16 de noviembre de 2013

Un gato con complejo de perro

Me pides que te diga amor, sin embargo me llamas por mi nombre. Desesperas si no pido perdón, sin embargo, nunca lo has dicho. Me castigas, me dejas sin amor, luego regresas y me acaricias, me vuelves a hacer ronrronear, vuelvo a ti sumisa. Me pides que te llame amor.

Llegas desesperado y te calmo. Luego me gritas. A veces no es mi culpa. Soy un gato que se cree perro, un gato sumiso, un gato que no se cree rey, se cree un perro que mueve la cola y recibe órdenes. Soy ese gato que te ama.

Adicta a tu amor y a veces a tus gritos. Adicta a gritarte y a veces a amarte. Adicta a que me abraces. Eres mío. Marco mi territorio, levanto la pata, mi complejo de gato-perro. Luego bufo. Me acaricias la cabeza. Vuelvo a ronrronear.

Después me desamas y te busco. Luego lloro, me buscas. Ya no quiero. Insistes. Me acaricias en esos puntos que me hacen ronrronear. PRRR... No puedo más. Te perdono. Somos uno.

Luego te vuelvo a amar. Quiero gritar. Grito. Y te pego.

¿Qué animal serías en nuestra jerarquía de abrazos y golpes? ... Yo sólo se que soy un gato, que es dueño y señor de todo, que saca las garras y es arisco con las extrañas, que se pone rabiosa con las gatas. Luego muevo la cola y hasta hago trucos.

Soy un gato que se enamoró de un humano...

No hay comentarios:

Publicar un comentario