martes, 3 de junio de 2014

Cartas a Irie No.infinito

Sé que puedo, porque he podido y porque estoy pudiendo. Te extraño, las calles impregnadas de tu aroma me susurran tu nombre y no me dejan olvidarte, por mas que quiero ya no pensarte, ahí estas y sé que aunque en donde tu estas no hay recuerdos de mi, el viento te lleva mi nombre, mi aroma y hasta mi presencia y sé que me extrañas y que anhelas mis besos. Pero te amarras en la cintura esa absurda idea y yo nada puedo hacer, ni siquiera esperarte.

Me siento en el rincón donde nos encontramos la primera vez, donde todo nació y la verdad es que me invade la nostalgia y de vez en cuando sin darme cuenta, mis ojos derraman algunas lágrimas. Ya no sé si regresarás, ya no sé si vendrás, ya no se nada. Todo lo que yo tenía certero se acabó, ahora sólo existe una duda existencial y un: que pasaría si...

Hay días como ayer que no paraba de sonreír, que quizá mi tristeza se disfraza de risas, como una defensa del cerebro hacia el dolor que me causa perder a una de las piezas mas importantes de mi vida, aunque quizá ya nada importe, quizá la verdad es que todo se ha acabado y ya no hay remedio.

Por hoy te digo adiós...

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