domingo, 3 de mayo de 2015

Las Memorias de Mary Jane #4

-Porque me haces reír, porque no lloro si no es por felicidad.- Fue lo que le contesté a Peter cuando me preguntaba que diablos hacía al lado de un chico como él, yo siendo la mujer que soy.

Peter siempre se deshace en halagos, me llena de palabras dulces y de detalles, a veces siento que exagera un poco, pero estando enamorado, quién no lo hace?

Él no entiende cómo es posible que yo me enamorara de él, pero siendo un ente tan inocente y puro, siendo él exactamente como es, cómo podría no hacerlo?

Entonces me da un beso de esos tiernos, después se sonroja y se oculta el rostro con las manos.- Y todavía te preguntas por qué bichito?.- Le dije sonriendo y complacida con la imagen tan encantadora que tenía frente a mí.- Vamos a jugar ándale, tenemos un anillo que destruir.- Tomé mi control y puse cara seria, como quien está a punto de entrar en combate.

-Ay niña, de verdad que eres increíble, vamos a darle caña entonces.- Tomó también su control y la batalla comenzó. Por supuesto que morí infinidad de veces y de no ser por él, nunca hubiéramos terminado la misión, pero es tan divertido jugar a su lado, no puedo esperar a que tengamos nuestro propio cuarto y consola, las noches que gastaremos juntos contra el mundo.

-Algún día mi amor, tendré todo el tiempo para ti y no tendré que irme y podremos hacer lo que sea que queramos, más allá de cualquier cosa, podremos amarnos más que nunca y pasaremos días en nuestro jardín, enriqueciéndolo, jugando con las niñas en el columpio y haciendo castillos de hielo en el invierno.- Entonces le puse pausa al juego y me acurruqué en el sillón bajo su brazo, en ese momento, sólo me dieron ganas de estar ahí, me sujeto fuertemente y me besó la cabeza, acarició mi cabello y sin pensarlo salió un tranquilo ronroneo de mi pecho, me sentía igual de protegida que si hubiera una muralla rodeándome.

Terminamos la misión con éxito y nos fuimos a su cama a acostarnos un rato, a mirarnos a los ojos y soñar juntos, a acariciar nuestros rostros y sonreír tímidamente, a besarnos, a simplemente estar en presencia del otro.

-Por eso te amo Peter, porque las cosas mas simples y tontas, contigo se vuelven extraordinarias, te amo, porque no podría estar mejor en otro lugar.- Lo besé me hice bolita y lo dejé abrazarme hasta que de repente me quedé dormida...

MJ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario