lunes, 16 de diciembre de 2013

La Luna vestida de estrellas

Me senté en el césped del parque que está fuera de mi casa, miré al cielo. Era de noche, el universo estaba despejado, no había nada que lo opacara, era como si se hubiera vestido de gala para mi.

Miré hacia arriba buscando la Luna, cuando por fin la encontré, me deslumbró radiante con su belleza y esplendor. Palabras trilladas, aunque no dejan de ser ciertas.

Me quedé así mirandola por minutos, quizá horas, quizá hasta días. Me di cuenta de que seguramente tu, en esos mismos momentos quizá veías la misma belleza que yo. La Luna que se vistió de gala para los dos, que nos envió a ambos un mensaje de amor. Esa Luna que es sólo nuestra y de los que como nosotros están enamorados.

Entonces me quedé ahí, escuchando las enseñansas de la dama de gris, del resplandeciente manto que en esta noche viste. Que ilumina mucho más que los faroles de la calle. Ella me dijo que siguieramos el camino que nos iluminaba y que pronto, pronto amor mío, volveríamos a estar juntos por siempre.

Espero con ansias tu regreso.

Kaori. 

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