jueves, 2 de noviembre de 2017

La discriminación en México hacia sus propias raíces, el impacto indígena en el país.

Las personas tienen un enorme problema cuando de aceptación se trata. Hay una falta seria de entendimiento cuando se habla de culturas, ideales, pensamientos, etc. Que son diferentes en una población. Es difícil concordar con la manera de pensar de otra persona, cada cabeza es un mundo. El problema obviamente no radica en la diferencia de ideas, sino en la total inhabilidad de aceptarlas como ajenas y respetar la diversidad tan grande que existe a nuestro alrededor.

México no está exento de esta problemática la discriminación se ve desde que los niños van a la escuela y muchas veces pasa por alto, se fomenta a veces de manera inconsciente, aún sin la intención de insultar o dañar, pero con una falta de conciencia en la que se olvida que lo que a una persona le puede parecer algo inofensivo a otra puede parecerle algo muy ofensivo.

Gran parte del problema está en que no se les enseña a los niños que todas las personas son iguales sin distinción de raza, color, oportunidades, educación, lugar de nacimiento, entre otras cosas. El niño aprende por medio del ejemplo que los indígenas no están presentes en la escuela y normalmente se les ve en las calles o en comunidades en decadencia, así también aprende por parte de los adultos a expresarse de manera despectiva hacia ellos.

Palabras como indígena, aborigen, indio, etc. Son utilizadas con frecuencia en el país con la finalidad de ofender, haciendo hincapié en que las personas pertenecientes a este rubro no cuentan con las mismas oportunidades de educación, trabajo y salud, como aquellas que utilizan estos términos como ofensivos.

El gobierno ha mostrado interés en este tema, aunque aún queda mucho trabajo por recorrer. Entre los esfuerzos se suman el programa PRONAID (PROgrama Nacional para la Igualdad y la no Discriminación) y la CONAPRED (CONsejo NAcional para PREvenir la Discriminación). Pero estos programas no han tenido la fuerza suficiente para combatir de una manera significativa la discriminación en el país. Es bien sabido que la mayoría de los pueblos indígenas no sólo son maltratados por personas que ignorantemente las discriminan con palabras o actitudes, sino que también son discriminadas a la hora de querer buscar mejores oportunidades o simplemente necesitar de servicios públicos como la salud.

Entre la problemática que sufren estas personas, se encuentra el desalojo obligatorio de sus tierras para construcciones de parques industriales, centros comerciales, o explotaciones naturales. Además de que no se les permite participar abiertamente en las actividades políticas del país, quizá haya leyes que digan que pueden hacerlo, pero al ser personas que ignoran estos derechos quienes las aplican; seguramente no logren llegar muy lejos.

El país de México no es el único que está tratando de luchar contra la discriminación y segregación de pueblos y personas indígenas. La Organización de las Naciones Unidas se ha sumado a la lucha junto con sus países integrantes para poder llegar a soluciones verdaderas para que las personas indígenas no sólo cuenten con derechos y obligaciones, sino que también hay quien vele porque esos derechos se cumplan y que no se pase por encima de su humanidad y creencias, que no reciban maltratos por el simple hecho de ser quienes son.

La discriminación indígena es también considerada como una rama de la discriminación racial puesto que muchas de las razones por las que son discriminadas tienen que ver con sus rasgos físicos y culturales.

Otro de los problemas que tiene México aunque no muy desarrollado es la xenofobia, que es en pocas palabras la discriminación hacia migrantes de otras nacionalidades en el interior del país. Los que sufren más este tipo de discriminación son los migrantes de “paso” que vienen del sur y los que son afrodescendentes, aunque ninguna nacionalidad está exenta.

La implementación de mejores programas educativos así como la interculturalidad en las escuelas y negocios puede ser una gran pauta para que las personas acepten inclusive inconscientemente que en este mundo globalizado cabemos todos y todos somos iguales. La impartición de lenguas indígenas como segundos idiomas y la construcción de escuelas en zonas rurales son también opciones que tenemos para cambiar el México de hoy hacia un mejor camino. Se está en una buena dirección aunque aún falta mucho.
CORTANA!

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