miércoles, 11 de diciembre de 2013

... Va de nuevo

Bien dicen que cuando va a llegar el amanecer, la noche se pone más oscura. Por ahora ya pasó lo más oscuro en nuestra noche, verás que viene el amanecer y no será cualquier amanecer, será el más hermoso que tus ojos puedan ver ya verás.

Hace mucho que no escribo y la verdad es que el día de hoy no puedo liar las palabras de una forma hermosa, poco convencional y poética, sin embargo te escribo con el alma, con mis sentimientos más puros y sinceros.

Sé que se puede y sé que podremos, porque siempre hemos podido, porque somos uno y porque te amo y me amas.

Kaori. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Aún cuando pensé que no podía llorar más...
Sonó el despertador, de nuevo mi cama vacía.
Estas en todas partes, hasta en las cortezas de los árboles.

Miré hacia la calle y creí que estabas del otro lado. Crucé, no eras tú. Lloré. Estoy en un mundo oscuro sin puertas, sin llaves, sin luz, sin ti, sin mi.

No estas aquí y quiero morir..

Kaori. 

Irie:

Te he llorado como jamás pensé llorarle a nadie. Me dueles en lo más profundo y quiero que vuelvas. Hemos pasado por cosas peores, lo sé, es simplemente que no me gusta que estemos así, no me gustas lejos de mi, no me gusto lejos de ti.

Hoy que has abierto en éste cielo oscuro una ventana de luz, has devuelto un poco mi sonrisa. Me falta verte, besarte, abrazarte, acariciarte, amarte. Me faltas tu.

Lloré por 4 días, como los años que llevamos juntos. Lloré ríos y mares por ti y espero que sepas ver eso. Me lastimaste como jamás pensé que lo harías, solo tu tienes el poder para causar esto en mi.

Te extraño. Te quiero. Te pienso. TE LLORO. Te anhelo. Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Te amo.

No quiero perderte, no quiero ver mi vida sin ti. No quiero descubrirlo. Simplemente no.
No. NO. NO. NO.

Eres mío y soy tuya, como siempre lo hemos sido, somos uno. Somos dos, somos tu y yo. Somos un nosotros. Vuelve ya. Que se acabe la maldita semana. Que regreses ya.

QUIERO BESARTE.

Te necesito conmigo.

Kaori. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Tiempos de frío, momentos de calor...

Me gusta el frío, a lo que huele. Me gusta lo que me hace ver. Sabe a que se acerca Navidad, sabe a que se acerca una de las fechas más importantes. Sabe a ti.

Me gusta el frío de invierno, me siento más agusto que cuando hace calor. Huele a esas noches en mi cama, cobijada hasta la cara cuando llegaba papá a darme un beso de buenas noches. Sabe a mamá cobijandome.

Estos fríos me saben, me huelen, me sienten a mil cosas. Sabe a un chocolate caliente muy dulce acompañado de galletas. A un abrazo tuyo cobijando mi cuerpo. A muchas cosas que he vivido que están en mi mente. Sabe a mi prepa, a mi secundaria, inclusive a partes de mi primaria.

Éste frío es delicioso, apetecible, como para robarte un día y mirarte a los ojos sonriente. Como para que me calienten las risas de mis amigos. Como para que sonría con los que amo. El frío me sabe a calor, a amigos, a familia y a amor. Me sabe a puras cosas bellas.

Sabe a que quizá éste año vuelva a nevar en mi ciudad, como hace algunos años. Mi eterna esperanza. Sabe a chamarras calientes y gorros de lana, a pantalones bombachos y guantes tejidos. A mi amor por tejer. A mis ganas de escribir.

Amo el frío, sólo puedo sacar cosas buenas de él, los abrazos de Victor, las tacleadas de Buzo, los golpes con Paulina, los recreos juntos. TODO.

Me sabe a tus besos. Aquellos días en los que nos sentabamos a comer juntos y durabamos horas platicando. Me sabe a ese primer beso el 21 de enero, que como hoy, hacía mucho frío. Me sabe a esas caricias. A desvelos voluntarios. A un montón de risas, que ahora son ausentes. Me sabe a dolor, porque ya no están.

Me gusta el frío. Porque sabe a todo lo que amo. Porque sabe a felicidad.

Kaori.

martes, 26 de noviembre de 2013

Es para ti, abrela :)

No quería irme a la cama sin antes pasar por aquí a escribir un poco. La verdad es que se me ha hecho una adicción, siento una imperiosa necesidad de pasar aquí y redactar unas cuantas líneas, para que cualquier extraño, como tú, pueda leerme.

La verdad no sé si la gente gusta de lo que escribo, puesto que nadie me comenta, ni positiva ni negativamente, así que quizá nunca lo sabré. Te animo lector a que me comentes que te parecen mis versos sin rima, llenos de sentimientos. Quizá mal escritos, pero siempre llenos de amor.

Mi pasión por la escritura y por el verbo es tan grande, que no puedo separarme de ella, aún cuando lo pretendí no lo logré. Quizá es algo que llevo en la piel, como mi necesidad de ayudar a un animal herido o mi necesidad por cantar a todas horas.

Lo cierto es que me he abierto mucho en éste blog, es algo, que aunque es público, es muy personal, tiene un pedazo de mi alma en él y hasta ha madurado conmigo. Me siento orgullosa de mi en ese aspecto, es una de las cosas que han perdurado con los años, tiene como 3 o algo así; es una de las cosas que a pesar del tiempo y de que por periodos me olvido de él, perdura y cuando vuelvo, me siento como en casa.

Definitivamente es una parte muy especial de mi. Gracias querido lector, por estar constante en cuanto a los detalles de éste pequeño espacio, gracias por estar conmigo leyendo mis tarugadas, que quizá hasta te de risa todo lo que lees, quizá mientras lees ésto estas muriendo de la risa y dices algo como : Que ridícula, cuantas personas leerán ésto?  Y tienes razón, es un blog no muy leído, pero algo es algo, el hecho de que tú detrás de ese monitor, como persona extraña y ajena a mi que eres, leas y veas una parte del corazón de ésta chica lo hace algo muy importante, al menos para mi.

La verdad es que hoy quería agradecerte a ti que me lees, por hacer precisamente eso, leerme y por estar pendiente de todas mis cursiladas :) muchas gracias.

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Kaori.   

domingo, 24 de noviembre de 2013

Color turquesa

Hoy escuché tu voz serena y dulce. Te ame de nuevo. Hoy volviste a ser el mismo.

Kaori.

Vibra

Hoy me marcaste, la llamada no se cortó. Me dijiste que me amas. Alcancé a decirlo yo también. 

Kaori. 

Humano mío

Tomame y arrancame el alma, de un tajo. Estruja mis sentimientos y déjame seca. Desnudame el cuerpo con delicadeza y tómalo con un arrebato de furia. Apasionate arrancame la piel si es necesario. Hazme tuya.

Diviertete con mi cuerpo y cuida mi alma que es algo muy frágil. Amame con una pasión dominante y eufórica. No puedo dejar de escribirte humano. Te amo.

Hazme ronrronear. Vuelveme loca. Haz conmigo lo que te plasca. Tenme en tu cama amarrada si quieres, como si fuera un maldito perro, que al fin soy un gato que mueve la cola. Si quieres liberame, lo suficiente como para que no quiera ir.

Juega a que te escondes y yo te encuentro, como su fuera un perro que busca a su dueño. Si quieres olvidame en un ricón, castigame, pero siempre sé mío.

Éste gato masoquista, que deja de ser gato, que se convierte en perro, quiere ser tuyo para siempre. Se pone la correa solo.

Hazme sentir que eres mío y con eso, me haces mover de nuevo la cola. Ronrroneo y muevo mis patitas.

Kaori. 

Verbos de pensamiento 2

Hace un día frío. La mañana está nublada y gris y Cecilia no lograba ver por la neblina, sin embargo hacía su esfuerzo tenía que encontrar a Liam, su labrador negro, quien había salido corriendo a la calle por la emoción de un paseo. Sin collar, sin correa, sin nada. Sólo esperaba que los conductores fueran pacientes y no le hicieran daño con sus enormes máquinas.

Por fin el perro travieso vuelve de entre la neblina, moviendo feliz la cola y con un acompañante, primero no distingue bien que es, pronto se acercan mas. Es un gato. Su perro llevó a un gato a la casa, no un gato cualquiera por supuesto, uno bebé, pequeño del tamaño de su puño, peludo y de colores exhuberantes. Cecilia lo llevó adentro inmediatamente y lo cobijó con su cuerpo, el pobre estaba helado.

El gatito maullaba, seguramente extrañaba su mamá, que quien sabe en dónde se encontraría. Pero no había tiempo para eso, tomó una cobija y se la colocó en su frágil cuerpo.  Liam ladraba celoso y reclamaba su atención. Al fin que él había rescatado a ese indefenso bebé de las garras inhumanas de la calle.

Cecilia tomó al pequeño taquito y se lo mostró, Liam movía la cola extremadamente feliz, lo olfateaba completito el gatito le daba alguno que otro lenguetazo en la nariz.

Ese día fue uno de los mejores de su vida. Nada podía ser mejor que tu perro se escape y regrese con un indefenso bebé. El día en que llegó a su casa, le llenó un poco más de luz su hogar. Lo único que faltaba en su vida era el amor de un joven que estaba próximo a conocer, sin embargo ella estaba concentrada en bañar a ese minino para quitarle el cúmulo de pulgas que se cargaba encima.